domingo, 12 de julio de 2009

sonntag-update


No sirve de nada salir sin tener ganas de salir. Lo que me apetece es este tipo de noches en las que ves pelis proyectadas en la pared, o tomas algo y charlas en bares con paredes de mármol que se ve cutre, del que imita a los bares de diseño de NY y te ríes un montón.
Sin necesidad de música alta ni alcohol en exceso.
Sin necesidad de estereotipos hipsters.
Sólo me complace la naturalidad.
It is what it is.

Se me juntan varios trabajos en los que estoy ahora centrada. Infinitos Post-it con info en la pared, en la cabeza.
Dos exhibitions: Ai Wei Wei , Thomas Mayfried. Montones de catálogos, revistas, books se apilan sobre las mesas, sofá, cama de mi cuarto. Siempre he adorado trabajar desde la cama.
En el suelo he dejado las cajas con el material que he elegido para hacer una selección de fotógrafos para el próximo Photo Issue de Vice. La única regla: que me gusten y que tenga ganas de hablar con ellos. Poco conocidos, buena mirada.
Pequeños descubrimientos que dejarán de ser secretos en breve.

Sesiones diarias de baño turco me curan de a poco el cuerpo y limpian la piel. Como si todo lo de caótico en el interior se convirtiera en sudor que sale al exterior. Que cae, se desvanece a través de los poros.
Me limpio.
Luz que va cambiando de color, música muy bajita que relaja. Madera, vapor, azulejo.
Y la desnudez.
Sienta tan bien sentirse a gusto con el cuerpo desnudo.

Por otro lado.
Conocí a un nuevo grupo de gente que se mueve en relación al +++design aus München+++. Todos parte de la hornada de jóvenes diseñadores industriales que viven y trabajan aquí –entre los que están Konstantin Grcic, Nitzan Cohen, el fotógrafo Florian Böhm-. Algunos tienen rasgos físicos turcos, griegos; más mediterráneos que sajones pero además poseen la esbeltez de la gente alemana. Esa mezcla maravillosa. Guapos, muy bien vestidos. Mucha camiseta blanca, gris, camisas lisas, con vaqueros y buenos zapatos o zapatillas sencillas, siempre sin calcetines.
Comparto y disfruto el punto que posee la elegancia interna, ese no ir disfrazado para llamar la atención. La sencillez es sexualmente atractiva. Más que nada. Pure “Allure”.
Es bonito verme rodeada de chicos altos, de huesos largos, que te cortejan con mirada media tímida. Respetuosamente seductora.
Son tan educados, tan tan educados.
Mi bici está estropeada.
Me gusta caminar porque las imágenes visuales hacen que las mentales se mantengan en silencio. La belleza de esta arquitectura por momentos me recuerda a Estocolmo o Copenhaguen. Imponentes edificios con esculturas cubriendo las fachadas; ese halo de monumentalidad que poseen las ciudades que en algún momento han detentado imperios me acompaña hasta llegar a casa.

Cada vez me gusta más vivir en un eterno otoño primavera con retazos de verano.

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